lunes, 8 de febrero de 2021

Silencio y belleza natural, tiempo para unas vacaciones inolvidables en Epuyén

Bienvenido a Samantabhadra, un lugar budista sagrado, es la primera sorpresa para los turistas llegando al pueblo de Epuyén. Se trata de la “Stupa de la Iluminación”, un imponente monumento espiritual –con sus 108 banderas verticales de oraciones-, emplazado a pocos metros de la ruta nacional 40, que “no tiene nada que envidiarle a sus hermanitas tibetanas, tanto en belleza como en transmitir la tranquilidad y simpleza del budismo”.


Bajo el amparo del cerro Pirque, esta pequeña aldea cordillerana de 4 mil habitantes “los invita a un descanso único de silencio y belleza natural. Es una localidad que se caracteriza por su respeto, cuidado y valorización del ambiente, la vida, cultura, arte y turismo sustentable”, anticipa la directora de Turismo, Débora Díaz.

Desde El Balcón, ingresando por el norte, la vista del valle obliga a las primeras fotos con las chacras bordeadas de los álamos verdes, los cerros de fondo, el río y el lago invitando a entrar. “Este pueblo tiene mucho para mostrar y una rica historia vinculada a la cultura mapuche y tehuelche, con pinturas rupestres antiquísimas”, valoran.

Con todo, el orgullo de los lugareños es el Parque Municipal Puerto Bonito, donde a diario disfrutan de las cálidas aguas del lago Epuyén, con sus acantilados “espectaculares para las zambullidas” o sus pequeñas caletas con playas “ideales para tomar sol”. También se puede remar (alquilan kayaks) o atreverse a la experiencia del stand up paddle. Al rato, “todos terminamos siendo amigos y compartiendo unos mates. Incluso, acá han nacido varios romances”, advierten con picardía.

Desde allí, otra propuesta interesante de trekking es llegar hasta La Condorera, ubicada sobre el cerro Epuyén, que constituye el lugar ideal para el avistaje de los cóndores en su hábitat natural; o conocer lugares jamás imaginados como El Chalet, una construcción abandonada por un colono alemán que se enfermó y jamás volvió, hoy en ruinas y con una playita de arenas blancas a disposición. 


También se puede trepar hasta el monasterio de unos “extraños monjes ermitaños” que habitaron el filo de la montaña hasta 1997; pasando por bahía Las Percas, donde siempre está la posibilidad de pescar una buena trucha (antes de salir, hay que anotarse en la oficina a la entrada del parque).

“Naturaleza, paz y serenidad. Hermosísimo lago del sur argentino, rodeado de montañas y las aguas más cálidas de la Patagonia, lo que lo hace muy apto para baños en varias playitas que posee. El paisaje es cautivante desde cualquier punto que se mire. Dentro del parque se encuentra el Centro Cultural Antú Quiyen, que además de exponer artesanías de los artistas locales, también brinda servicio de comida totalmente casera, lo mismo que las bebidas: agua, jugos artesanales con las exquisitas frutas finas de la zona y cerveza artesanal. Es un lugar que los amantes de lo natural no deben dejar de visitar”, escribió en su muro el comodorense Raúl Reyes.

El espejo lacustre está rodeado por los altos picos de los cerros Pirque, Pilche, Epuyén y Derrumbe, con sus laderas cubiertas por cipreses, coihues, lengas, notros, radales y maitenes: “El lago es cristalino, azul, plácido, rodeado por cerros y playitas de piedras. No se puede ingresar con embarcaciones con motor ya que la prioridad es cuidar el medio ambiente. Ideal para pasarlo en familia, tiene lugares para asar con mesas y bancos de madera, sanitarios en condiciones y limpios. Un lugar para encontrarse y compartir, apreciar las maravillas naturales y valorarlas, simplemente un lugar para volver”, opinó Matías González, de Neuquén.


A la hora de alimentarse, hay que preguntar a los vecinos por la chacra de doña Valentina, que además de contarle los secretos de la tierra, podrá venderle “la mejor verdura, producto de sus manos”, desde las papas nuevas hasta los choclos, las arvejas y habas, remolachas, zapallitos y el infaltable cilantro y “el chascudo”, otro yuyo que aporta un sabor inigualable a la comida. Para el asado, las carnicerías del pueblo hacen gala de los más variados cortes, incluyendo los corderitos y chivitos de la zona.


Con 350 plazas de alojamiento en hosterías y cabañas, la temporada estival en Epuyén “está a pleno, con los fines de semana con la capacidad colmada”, remarcó Débora Díaz, por cuanto pidió “hacer antes la reserva para lo que queda del mes de febrero”.

La localidad está a 30 km de El Hoyo, 45 km de El Bolsón, 40 km de Cholila y 40 km de El Maitén, por el camino pavimentado de El Coihue, donde está la laguna Las Mercedes (el secreto mejor guardado de los lugareños), que puede visitarse tranquilamente para pescar un rato, bañarse, caminar por la orilla o tomar unos mates en la orilla. “Hermoso lugar, agua super cristalina y  rodeado de montañas. El camino para llegar es muy pintoresco, con mucha arboleda para descansar del sol y unas vistas preciosas. Llegamos buscando tranquilidad y la encontramos”, indicó María Cecilia Márquez, de  Chivilcoy.


Nochecitas

Cae la tarde y Epuyén “se pone muy lindo”, aseveran. Nuevos locales gastronómicos, patios cerveceros y pubs son parte de la propuesta. “Nuestra gente ha invertido pensando en el turismo y por suerte están todos trabajando muy bien. Por supuesto que también está la alternativa de un buen plato gourmet, elaborado con productos naturales por nuestros calificados chefs”, precisó la funcionaria consultada.

También está la feria Epuyén Produce (funciona los martes y jueves por la mañana), donde se pueden adquirir “los alfajores más ricos de la Patagonia” (elaborados por una cooperativa conformada por personas con discapacidad), junto al molino harinero y la sala de extracción de miel, emplazados a la vera del arroyo de la Mina.


jueves, 28 de enero de 2021

Olga Nasif, la primera promotora del turismo en El Bolsón

En el día del 95° aniversario de El Bolsón, Olga Nasif (76) confiesa que “es un orgullo que se lleva muy adentro y en el alma saberse nacida y criada en este pueblo, aún cuando soy muy abierta para todos los que vengan”.


Acerca de los cambios evidenciados por la ciudad en las últimas dos décadas (hoy con 50 mil habitantes y con miles de visitantes vacacionando), recordó que “siempre soñé con este gran impulso turístico, pero no de esta forma tan alocada, sino con un perfil más familiar”.

Desde su óptica, El Bolsón “es una tierra de oportunidades y hay que saber aprovecharlas. Quien llega con un proyecto, lo logra. Solo hay que ser serio y perseverante”.

Olga Nasif también fue la creadora de la primera agencia de viajes y turismo de El Bolsón: “Por esa época, estaba en la oficina de Turismo frente al Correo, nombrada allí por el intendente Paco Granollers. Informaba gratuitamente, porque nadie me pagaba. Los primeros turistas que vinieron eran los parientes de los viajantes de comercio y los familiares de los empleados bancarios o maestros, que se animaban a hacer cuatro horas de ripio desde Bariloche”, señaló.

“Con amigos que me acompañaban –agregó-, comenzamos a marcar los senderos hacia los atractivos naturales, como Cabeza del Indio, la cascada de Mallín Ahogado y la Cascada Escondida. Pronto puse en marcha la agencia IATA y sumamos otros puntos en El Hoyo y el Parque Nacional Lago Puelo, los actuales recorridos que nunca cambiaron”.

No obstante, confesó que “el domingo pasado lloré, porque fui a un camping muy hermoso del río Azul y desde allí quise ir a la Cabeza del Indio y me encontré con que no te dejan pasar. Me sentí invadida e impotente, porque siempre fue libre. Fue una sensación muy triste”, remarcó.

La propaladora

En realidad, Olga Nasif siempre fue transgresora. A los 17 años se animó a poner una propaladora que cambió las tardes taciturnas del centro de El Bolsón, difundiendo música, noticias y publicidad: “Siempre fui un poco revolucionaria y hacía todo lo que intentaban prohibirme. Aprovechando que mis padres se habían ido de viaje a Buenos Aires, un día paseando por las calles polvorientas de mi pueblo (todavía no estaban asfaltadas), pensé que faltaba algo y me di cuenta que era alegría”.

“Con la ayuda de mi hermano José, quien me regaló los postes; Cachito Jalil que tenía unos parlantes y otros que tenían unos cables, terminamos armando el sistema a lo largo de tres cuadras. Sonaba en la plaza y arriba de los techos de los vecinos, que me soportaban. Radio Bariloche me regalaba los discos y tenía auspiciantes del nivel de Aerolíneas Argentinas y Coca Cola. Quizás les causaba lástima, pero me daban su propaganda”, se ríe.


“Aproveché a hacer todo eso mientras mis padres no estaban –reiteró-, cuando volvieron se encontraron con que la sala era un estudio y se armó un lindo escándalo, pero pronto se calmaron y pude seguir adelante. Con mi entusiasmo envolvía a todo el mundo”.

“Alcancé a tener mucho éxito económico con ese emprendimiento, principalmente en los tiempos de las campañas políticas. Los peronistas querían que la publicidad sea exclusiva, pero como era amiga de todo el mundo abrí las puertas para que hablaran todos. Resultó que en el comedor de la casa de mis padres se daban la mano los radicales con los peronistas como buenos vecinos. Entre aquellos dirigentes estaban Antolín Díaz y Mario Marqués”, rememoró.

Tiempo de cambios

Hija de inmigrantes libaneses, Olga Nasif también fundadora de Coopetel y dirigente del Club Andino Piltriquitrón, entre sus múltiples actividades sociales.


Según recordó, “este lugar comenzó a cambiar a finales de la década del ’60, con la llegada de los primeros hippies. Era un grupo grande que se estableció cerca del río Quemquemtreu, todos fueron mis amigos. Al principio, los criticábamos; los nyc (nacidos y criados) fuimos un poco reacios a los cambios que proponía esta gente, con nuevas ideas y costumbres.”

Embajador turístico

Su hijo, Marcelo Burlón, fue nombrado en 2016 como  “embajador turístico” de esta localidad cordillerana “por su extensa y reconocida trayectoria a nivel mundial como consultor de moda, estilista, relacionador público, DJ, director artístico y blogger. “Estoy muy orgullosa”, precisó Olga Nasif mientras luce una remera exclusiva de su colección. “Todavía no puedo creer que haya llegado tan lejos. En los ’90, nos fuimos a vivir a Europa y allí los chicos tuvieron la oportunidad de formarse, todos triunfaron en su actividad; aunque Marcelo es especial, porque lo que toca es oro”.


El propio Marcelo Burlón reconoce que “cuando llego y veo el cerro Piltriquitrón sé que estoy a salvo. Uno viaja por el mundo, pero volver es la parte más importante de mi vida. Pienso en mis abuelos y en los que decidieron construir la familia en este lugar muy especial y específico en el mundo. Por eso llevo en mi marca todo lo que representa a la Patagonia”.


martes, 12 de enero de 2021

Cholila: “No se puede entrar con revólver y sombrero al despacho de bebidas”

 

Es tajante el cartel en la puerta del museo-bar “La Legal, en el ingreso norte a localidad de Cholila: “Por orden del comisario, no se puede entrar con revolver y sombrero al despacho de bebidas”.


“Es para reírse un rato y marcar la buena onda que caracteriza a este lugar”, aclara Nora Jalil, la dueña, entre los elementos de época que formaron parte del almacén de ramos generales de la familia Daher, a pocos metros de la cabaña levantada por Butch Cassidy, Sundance Kid y Etta Place, donde los famosos pistoleros norteamericanos vivieron a principios del siglo 20.

Según relata, “armamos un sector contando toda la historia de la ‘Banda salvaje’, en castellano y en inglés porque hasta el año pasado llegaron muchos turistas extranjeros. En realidad, esto comenzó con la idea de una parrilla, porque Cholila ofrece la mejor carne del mundo, pero hace falta un local gastronómico especializado. Pero finalmente apostamos al aspecto cultural del lugar, incluyendo una feria de libros, donde vendemos textos usados y nuevos, incluyendo las andanzas de Butch Cassidy en la Patagonia, contada por Marcelo Gaviratti. Queremos que vengan a visitarnos para saber más”.

Cabe destacar que el predio de la histórica cabaña a orillas del río Blanco es administrado por el gobierno de la provincia del Chubut, que ha instalado allí a un cuidador, aunque no hay información o guías para un recorrido detallado de su origen e importancia. En consecuencia, la recomendación para los visitantes es “ir primero hasta La Legal, conocer los detalles de la permanencia y actividades ilegales de la banda en la región y luego llegar hasta la cabaña, con su halo de misterio y fantasmas de aquellos colonos ilustres”.


Además, “aquí les ofrecemos la posibilidad de sacarse fotos con ropa, pistolas y sombreros de vaqueros; más la posibilidad de ver la película documental filmada en este valle con una producción americana y donde participan algunos lugareños, como Sonia Perry, bisnieta del sheriff estadounidense, oriundo de Texas, John Comodoro Perry, quien fue parte de los pioneros llegados por aquella época”, adelanta Nora Jalil.

De igual manera, se apresura en aclarar que “no se trata de la famosa película protagonizaba por Paul Newman y Robert Redford, que termina con la muerte de los bandoleros en Bolivia y ni siquiera registra su paso por la Patagonia”.


Desde su óptica, Butch Cassidy, Sundance Kid y Etta Place, miembros de la renombrada Wild Bunch (banda salvaje) que asaltó trenes, bancos y comercios en EE.UU., “vinieron a Cholila con la intención de despistar a sus perseguidores, no robar más y establecerse como buenos vecinos. Meta que en principio lograron, pero no pudieron con su genio y volvieron al ruedo. Cuando llegaron, tenían 35 años y cuando se escaparon ya tenían 40. Quizás se consideraron ya viejos y en Bolivia comenzaron a saltar a destajo y los atrapan. Hay otras versiones, pero nos quedamos con la del libro”, reconoce.

El viejo boliche

En referencia al antiguo almacén de ramos generales de la familia Daher, un inmigrante sirio libanés que se radicó en las primeras décadas del siglo pasado, donde además de comprar las provisiones los pobladores aprovechaban para acodarse en un mostrador de madera para compartir un vino o una ginebra con otros parroquianos y enterarse de las noticias (en tiempos en que ni siquiera había radios), Nora Jalil destaca que “cada tanto aparece por acá don Abelardo Avilés, quien se toma una Legui con soda y nos cuenta anécdotas que nos encantan. También hay otro par de lugareños que pasan a caballo, con sus perros y sus ponchos, se bajan y piden ¡licuado de frutillas! Es muy risueño, tratándose de gauchos de Cholila”, se ríe.


Otras de las actividades que los turistas pueden hacer desde el mismo punto incluyen cabalgatas, paseos en sulky y salidas en kayak por los lagos y ríos de la zona. Asimismo, por allí cerca hay complejos de cabañas, hosterías, restaurantes y todo lo necesario “para que la gente pueda vacacionar con nosotros, con absoluta seguridad y cumpliendo todos los protocolos en prevención del Covid”, reseña la anfitriona.

Respecto al comportamiento de los visitantes, Nora Jalil grafica que “por lo general, los porteños vienen apurados, sin perder el ritmo de la gran ciudad. Les pido que paren, se olviden del stress y cuando estén tranquilos pasen y disfruten de su estadía. Este es un buen lugar para tomar un café, comer algo rico (la especialidad de la casa son las empanadas de cordero y la tarta de rosa mosqueta), o leer un rato tomando una buena cerveza artesanal”.

Por último, “reconocen que les gusta mucho la vieja construcción. Adentro, la gente también puede comprar un recuerdo, un dulce casero o los huevos de campo. Cosas que elaboran diferentes vecinos y acá tienen un espacio para mostrar su producción, artesanías y hacer unos pesos”.


Por las estanterías, van apareciendo “artículos que por esos años no se vendieron, como paquetes de sal, elementos de esquila, vajilla y hasta aquellas damajuanas de 10 y 15 litros que servían para expender el vino de mesa y los pobladores llevaban para toda la semana o alguna fiesta de marcación o esquila de sus animales”.

Durante enero y febrero, el museo y bar temático ubicado sobre la ruta 71 está abierto todos los días, a partir de las 10. “Los esperamos a desayunar, a almorzar y por la tardecita ya son un clásico las picadas con algún trago. La actividad social es muy linda y también hacemos eventos, entre los que siempre aparece algún músico, siempre cuidando los protocolos porque no queremos enfermarnos”, remarca la dueña.

Pura historia

“Cholila tiene mucha historia –recuerda Nora Jalil-, un poco más allá está la primera escuela, construida en 1906 por el maestro Vicente Calderón, que todavía está en pie. Somos un grupo de vecinos que estamos haciendo algunas cosas para su mantenimiento. Este invierno, aún en pandemia, restauramos la capilla San Antonio de Padua, del paraje El Blanco, y ahora estamos pensando en rescatar la vieja escuela abandonada”.


Cabe destacar que también están en pie la vieja cervecería Anzó y el molino harinero de la familia Cea, cuyos edificios están dentro de campos privados y no han sido puestos en valor patrimonial o turístico. Ambos emprendimientos son mudos testigos de que en estos valles, hace un siglo, se producía trigo, cebada y lúpulo.

Pacíficos ganaderos

Cuando Butch Cassidy y sus acompañantes vieron por primera vez los prados de Cholila, denominaron al lugar con el romántico nombre de “Flores amarillas”.

Vivieron como pacíficos ganaderos bajo los seudónimos de Santiago Ryan y Henry Place  y siempre se mostraron correctos y afables con las 14 familias que ocupaban tierras en las cercanías. Incluso quedó la anécdota de la visita del entonces gobernador del Chubut, Julio Lezana, quien bailó una zamba con Etta Place sin sospechar jamás de sus antecedentes. Llegaron a tener 900 vacas, 1500 ovejas y 40 caballos. La propiedad de 6 mil hectáreas incluía una gran caballeriza y cuatro establos. Todo iba bien hasta su precipitada huída en 1905, cuando la sombra de nuevos atracos los persiguió y decidieron fugar hacia Chile.


Al parecer, el dinero traído desde EE.UU. se terminó y no tardaron en asomar los viejos cómplices del Lejano Oeste: Roberto Perkins, Hood (alias Roberto Evans), William Wilson, Ben Kilpatrick (alias Tall Texan), Will Carver (alias News Carver), Litjens y Harvey Logan (alias Kid Curry).

Fue así que Evans, Wilson, Duffy, junto con el trelewense Mansel “Yake” Gibbon y el chileno Juan Vidal, se asociaron en 1908 para rearmar la “banda de los norteamericanos” que azotará a la Patagonia durante cuatro años más. Por esa época también llegó el temible Harvey Logan (o Andrew Duffy, alias “Diente de oro”), uno de los delincuentes más buscados en los Estados Unidos.


Además de los bancos robados en Santa Cruz y San Luis, los atracos más sonados por aquellos años fueron a la casa Lahusen, de Comodoro Rivadavia (falló porque antes de entrar, los cowboys terminaron asesinando en la calle de tres tiros a un peón chileno que les pidió más plata); la Compañía Mercantil de Arroyo Pescado, donde se produce la muerte del gerente, LLwyd Ap Iwan, y el secuestro del hacendado Lucio Ramos Otero y su peón, José Quintanilla, en el Cañadón del Tiro, próximo a Corcovado (al sur de Esquel), donde aquel poseía su estancia y a quienes mantuvieron encerrados durante más de un mes en un bosque cercano a Río Pico. Allí, en un tiroteo con la policía fronteriza, murieron Roberto Evans y William Wilson, mientras que Juan Vidal y Mansel Gibbon habrían huido a Chile y cambiado de nombre.


Previamente, el 14 de febrero de 1905 sucedió un atraco por valor de 100.000 dólares al banco de Londres y Tarapacá, en Río Gallegos (Santa Cruz). Pese a que no fueron identificados durante el robo (y los relatos de los historiadores que se dedicaron a reconstruir la historia discrepan en este punto), las versiones apuntaban cada vez con mayor fuerza contra Cassidy y Kid. (Por Fernando Bonansea).

miércoles, 16 de diciembre de 2020

El Corredor de los Andes ya recibe turistas de todo el país

Con el marco impotente de la pasarela del río Azul y el cerro Tres Picos al fondo, el ministro de Turismo del Chubut, Néstor García, encabezó ayer en Lago Puelo el acto de lanzamiento de la temporada estival en el Corredor de los Andes.


“Los picos nevados, el verde del bosque nativo y el turquesa de las aguas, la naturaleza en vivo es el escenario propicio para comenzar una temporada turística después de tantos meses de pandemia. Se dieron todos los pasos para llegar hasta este día, se trabajó en conjunto con el sector privado y los municipios para cumplir con todos los protocolos. A partir de hoy, Chubut abre sus fronteras a los visitantes de todo el país”, graficó en la oportunidad.

Acerca de “las dudas” que persisten en la Comarca Andina por el levantamiento del retén policial en el Paralelo 42°, con la premisa de facilitar la llegada de los vecinos de El Bolsón, García anticipó que “indudablemente, vamos tener fallas en todo el armado previo. Aunque se va a ir mejorando con el transcurrir de los días. El paso gigante que se ha dado hoy permite que no solamente la llegada del turismo, sino también que los lugareños puedan comenzar a disfrutar sus espacios y sus ambientes naturales, que además va a garantizar salud”.

Sobre la apertura del Parque Nacional Lago Puelo (hasta ahora limitado para residentes provinciales), anticipó que “hay un decreto nacional que indica que a partir del 21 de diciembre queda abierto para todos”.


Por su lado, el intendente de Lago Puelo, Augusto Sánchez, señaló que “la elección de este singular escenario para realizar el acto, responde a nuestra intención de poner en valor el río Azul y el cordón montañoso Motoco Cárdenas, una reserva natural que es muy poco utilizada en términos turísticos. A futuro, el desafío es que se transforme en uno de los grandes atractivos de Lago Puelo”. Sumo igualmente “el cerro Currumahuida (ubicado frente al casco urbano de la villa turística), con un enorme potencial para los amantes de la montaña y las caminatas”.

Asimismo, calificó al Corredor de los Andes “como una herramienta y un nuevo producto turístico que venimos trabajando y construyendo a través de una asociación público/privado para consolidar su posicionamiento en el mundo”.

Desde su óptica, “hay que tener en cuenta al turista, nuestra materia prima junto a los recursos naturales y culturales. Hay que cuidarlo, contenerlo, brindarle un excelente servicio, porque es aquel que va a hablar muy bien de la comarca y además va a volver e invitar a sus conocidos. Uno de los grandes secretos del turismo es lograr fidelidad”, aseveró.

Por otra parte, reconoció que para la temporada veraniega que comienza quedan “cuestiones que aún no han sido tomadas en cuenta, como la posibilidad de que los turistas que llegan hasta El Bolsón puedan entrar a territorio chubutense. Son situaciones que vamos a tener que ir definiendo sobre la marcha”, recalcó.

A su turno, el secretario de Turismo de Lago Puelo, Néstor Schaffner, resaltó “la representación de todo el turismo de la cordillera de los Andes y de la Patagonia”, al tiempo que destacó “la belleza de nuestro río Azul y la naturaleza a pleno que vienen a buscar nuestros visitantes”.


Subrayó enseguida que “a partir de hoy, y durante todo el verano, vamos a demostrar que somos responsables respetando todos los protocolos establecidos para recepcionar al turismo, sin olvidarnos de la situación sanitaria que estamos atravesando”.

Inactividad absoluta

En su discurso, el ministro  “Quique” García aseguró que “no por casualidad el sector turístico es la tercera economía de esta provincia y será la primera en el futuro próximo. Pocos sectores pueden sostener casi nueve meses de inactividad absoluta y nuestros empresarios lo soportaron, aún con muchísimos problemas y esfuerzos durísimos, pero acá estamos plantados nuevamente para afrontar una nueva etapa, que es la de la consolidación”.


Acerca de la expectativa de tener una buena temporada estival, evaluó que “el 50% dependerá de los recursos naturales que ofrezca cada destino, pero el resto serán las medidas de seguridad que se dispongan para los viajeros. Allí deberá estar enfocado nuestro trabajo, sobre los protocolos”, concluyó.

Al acto también asistieron, entre otros, los intendentes de Esquel, Sergio Ongarato; de Gualjaina, Marcelo Limarieri; y de El Hoyo, Rolando Huisman; la presidente de Gestur, Doris Romera; referentes de distintas cámaras empresarias de la cordillera y secretarios de Turismo de las comunas de El Maitén, Cholila y Epuyén.

Reservas

A su lado, el vicepresidente de la filial Chubut de la Cámara Argentina de Turismo, Miguel Sosa, dijo que “a poco de cumplir nueve meses de pandemia, era un parto que venía de cola y hoy se logró revertir gracias al consenso generalizado de todos los sectores de empujar hacia adelante. La expectativa es muy buena, porque a partir de los anuncios oficiales comenzaron a confirmarse las reservas de alojamiento y se incrementaron las consultas”.

Valoró enseguida “el espíritu del Corredor de los Andes, que demuestra que somos una sola región y se pone de manifiesto en cada oportunidad”.


Cabe recordar que para poder ingresar a la provincia del Chubut a vacacionar, solo se requerirá un seguro Covid o alguna obra social con cobertura, una reserva y el certificado de verano (https://www.argentina.gob.ar/verano/certificado).

martes, 15 de diciembre de 2020

Tras las huellas de sus pioneros, Cholila conmemora hoy 76 años de su primera junta de gobierno

A principios del siglo XX, apenas 14 familias dispersas ocupaban los valles de Cholila. En su totalidad, habían arribado desde Chile beneficiadas por la Ley de Hogar impulsaba por el gobierno argentino para poblar la frontera en tiempos en que los límites aún eran difusos y con poderosos intereses en juego. A cada uno de los pioneros se le asignó 625 hectáreas para el pastoreo de su hacienda y desarrollar emprendimientos productivos, como sembrar trigo y plantar frutales.


Tierra de aventureros, buscadores de oro y colonos ganaderos, la localidad esconde una vieja historia que parece salida de una película de vaqueros: “El asesinato de Juan Bonansea, el 8 de marzo de 1908, cerca de Telsen; y el atentado contra Vicente Calderón, que casi le costó la vida, fue en represalia a la gestión que pretendía la anulación de venta de las tierras a la compañía chilena Cochamó, por parte de Florencio Martínez de Hoz, un terrateniente de la provincia de Buenos Aires que había financiado la Campaña del Desierto del general Roca”, reflejan los escritos judiciales de la época.

Fue finalmente el gobernador del Chubut, Julio Lezana, quien viajó a caballo desde Rawson hasta Cholila y el lago Nahuel Huapi y convenció a las autoridades para que esta parte del territorio siga perteneciendo a Argentina. En su homenaje y agradecimiento, los vecinos bautizaron con su nombre uno de los cuatro lagos del lugar.

Por aquellos años, también apareció en escena la propuesta de crear una colonia norteamericana sobre 730.000 hectáreas ubicadas entre el lago Mascardi y Cholila, impulsaba por los hermanos Ralph y George Newbery (padre y tío del famoso aviador) y con el aval del presidente Julio A. Roca, incluyendo una publicación en Texas en búsqueda de colonos interesados en viajar al sur. Producto de dicho proyecto, llegaron Butch Cassidy, Sundance Kid y Etta Place, líderes de la temible banda de asaltantes de bancos y trenes “Wild Bunch” (banda salvaje), quienes construyeron la famosa cabaña a orillas del río Blanco que hoy es uno de los principales atractivos turísticos de la región.


Cabe destacar que también arribaron otras familias del mismo origen, que se dedicaron a sus emprendimientos lícitos y cuyos descendientes forman parte hoy de la comunidad local, a la que se integraron completamente.

Entre los primeros pobladores de la colonia Cholila se recuerda a Ventura Solís, David Orellana, Patricio Noriega, Sixto Gérez, Eduardo Colihueque, Telésforo Díaz, Agustín Zetman, Claudio Solís, José Sáez, Pilar Gérez, Agustín González, Alejandro Villagrán; los norteamericanos Juan Comodoro Perry y Howard, el piemontés Juan Bonansea, el vasco Martín Acheritobehere y el maestro riojano Vicente Calderón, enviado para fundar la escuela 17, aún en pie.

Potencial productivo

La fama lugareña de poseer “la mejor carne del mundo” (anualmente es la sede de la Fiesta Nacional de Asado), se sustenta en la tradición ganadera de más de un siglo, en la aptitud de sus animales y fundamentalmente en la excelencia de las pasturas de sus valles. Hacia los campos de El Cajón y El Blanco, en los últimos años también se nota la recuperación de las majadas, con oferta de corderos de muy buena calidad.


En correspondencia, el propio municipio tomó la iniciativa de desarrollar su propio tambo, con quesos, leche y otros productos lácteos que se venden por toda la comarca.

Edén turístico

Con todo, el turismo es la principal actividad económica de los lugareños. Andando los caminos de su particular geografía, van apareciendo los bosques de cipreses, lengas, ñires y lauras; lagos azules; ríos torrentosos y transparentes; el blanco de los cordones nevados y los prados verdes donde pastan tranquilas las vacas en una policromía de colores sin par.


El lugar es conocido mundialmente por la excelencia de la pesca en los cuatro lagos de su jurisdicción (Mosquito, Lezana, Rivadavia y Cholila); sumando además al río Carrileufu con sus flotadas en busca del salmón encerrado. Aquí también se pueden hacer travesías en kayak, trekking por los cerros o cabalgatas de todo un día para conocer lugares recónditos como Los Laguitos, el cerro La Momia o el arroyo Turco.

Aniversario

Cholila conmemora hoy los 76 años de la conformación de la primera comisión de fomento. Por la pandemia, no habrá celebración popular. Solamente se hará un acto a las 10.30 en la plaza Vicente Calderón, donde el intendente Silvio Boudargham, acompañado por los concejales Paula Bonansea, Jorge Chemín, Iris Manrique, Miguel Breide, José Herrera, Noelia Rescia y Fernando Leal, procederán al izamiento del pabellón nacional, se entonarán las estrofas del himno y cerrará con palabras del jefe comunal.

Aquella primera junta de gobierno, creada el 15 de diciembre de 1944, estuvo integrada por Vicente Calderón (presidente); José de la Cruz Breide (vice); Ramón Acheritobehere (secretario); Domingo Basso (tesorero); Juan Bonansea y Héctor Basso (vocales).


Ya con rango de municipio, los intendentes fueron: Elías Nataine (1958/63); César Rodríguez y Juan Bonansea (1963/66); Lili Nataine (1966/71 y 76/83, de facto); Horacio Sánchez Cores (1971/73); Juan Aviles (1973/76); Hugo Alarcón (1983/91); Héctor Boudargham (1991/99); Javier Gimenez (1999/2003); Miguel Castro (2003/15 –interinos Gustavo Galindo y Valeria Campos); Silvio Boudargham (2015/23).

martes, 27 de octubre de 2020

Bolsón Blues Band, el nacimiento del rock and roll en la Comarca Andina

La música del mundo produjo en los ‘70 una revolución pop en la que The Beatles se sentían los abanderados privilegiados. Como en todo comienzo, debieron enfrentar actitudes públicas de rechazo, algunas de ellas conflictivas con sectores sociales que veían en estos extraños seres de pelo largo, barba e “ideas raras” a potenciales enemigos de las “buenas costumbres” practicadas por años.


Hacia finales de la década de 1960, el rock ya era una industria y un negocio en los países más desarrollados. Las estrellas vivían en un mundo aparte bajo la máxima de “sexo, drogas y rock’n´roll”. El modelo a seguir era The Rolling Stones, cuyos componentes convirtieron en mito su azaroso y escandaloso estilo de vida.

En el subdesarrollo argentino, la cultura musical caminó con estandartes como Litto Nebbia, quien en 1967 decidió formar el grupo Los Gatos. De su primer disco, que incluía el tema “La balsa”, se vendieron más de 200 mil copias y se convirtió en un hit en Chile, Uruguay, Paraguay, Perú, Bolivia, Venezuela y otros países latinoamericanos.

La Comarca Andina también tuvo lo suyo. Incluso años antes que músicos como los hermanos Cantilo y toda la vanguardia nacional incursionara por estos lares, ya sonaban conjuntos que entremezclaban algo de rock en los habituales bailables de orquestas típicas y tropicales.

Abid “Tito” Eldauk fue protagonista directo de la epopeya: “Cuando era pibe escuchaba mucha radio, a falta de otras alternativas. De noche sobre todo invadían las emisoras chilenas. Lo progresivo en esa época eran Los Iracundos y Los Gatos, pero un día sintonizando el dial escucho una melodía distinta, era un tema de los Beatles que me quedó pegado. A partir de ese momento supe que lo mío era el rock. Como mis amigos también escuchaban Minería o Portales (radios líderes chilenas), al otro día era el comentario y ya comenzábamos a comulgar el mismo idioma”, confesó.


Sus vecinos de Mallín Ahogado conservan de él aquella imagen de baterista con pelo largo y anteojos oscuros: “Mis comienzos tocando en los grupos se dan cuando conozco a Mike Cooke (recién llegado desde Inglaterra). Dudy Guasco tuvo antes un conjunto y le habían quedado los equipos (batería, guitarra, bajo), él tocaba el órgano. Me propuso que si conseguía un guitarrista podíamos armar algo. Recuerdo que Mike no entendía nada de castellano. Cuando lo fui a buscar estaba trabajando. Le comenté de qué se trataba, bajó un día para ponernos de acuerdo, hicimos un ensayo y salió una mezcla entre el rock and roll que él conocía y tocaba en Inglaterra y el nuestro. Se fue armando algo adecuado a los tres, buscábamos un estilo distinto. Salió un grupo que bautizamos ‘Cuero caliente’.  Nos presentamos en un boliche que se llamaba Bled, que estaba frente a la plaza España y que después se quemó”, reflejó.

Por aquellas época “escuchábamos a Los Beatles, Rolling Stones, Eric Clapton, Bob Dylan, Creedence, nuestro estilo de música venía por ahí. Tratábamos de matizar esta música con algo tropical para los bailes, nos pasó más de una vez que nos reclamaron algo más tropical. Ésta fue nuestra primera incursión en la música en la zona”, graficó.

Acerca de la llegada de los primeros hippies, recordó que “aparecieron con una forma distinta de vestirse, pelo largo, cosa que acá era todo nuevo. Esa gente vino mayormente de Buenos Aires, y ellos abrieron las puertas a todas las personas que están ahora”.


- ¿Cuándo nace Bolsón Blues Band?

- Este grupo nació en el año ‘74, con Yango en el bajo, Mike Cooke en voz y guitarra y yo en batería. La primera presentación considerable fue en el salón grande del hotel Piltriquitron, la recuerdo muy bien. Antes fuimos a El Maitén, con la incógnita de cómo iba a reaccionar el público. Fue una experiencia linda, la gente se dio cuenta de que eso era lo que tocábamos y bailaron toda la noche, cuando se iban nos agradecían.

A raíz de haber estado tocando acá, fuimos en julio del mismo año a Bariloche a participar de un recital organizado en la biblioteca Sarmiento. Ya era una época pesada, descargamos los instrumentos de noche, bajo una tremenda nevada y con toda la policía mirándonos la facha. A pesar de que hubo mucho ruido no nos pasó nada. Para nosotros fue una gran experiencia ya que hasta entonces sólo tocábamos en bailes, no daba para un concierto.

- ¿Y cómo surge la idea de bautizar la banda?

- Nace en el ‘75 de un viaje que realizamos con Mike Cooke a Bahía Blanca, para comprar instrumentos. Imagínate, nosotros con pelo largo, anteojos... En el camino nos paró la caminera y nos revisaron todo el auto. En la luneta, Mike llevaba una filmadora que había traído de Inglaterra y que acá no le conseguía pilas. En un momento le piden que saque el estuche. Lo puso arriba del baúl, lo abrió y cuando agarra la filmadora manual que parecía una pistola, un policía le puso una Itaka en la cabeza. Nos quedamos fríos. Mike levantó las manos, dijo que era una filmadora y zafamos. Calculo que si era en el golpe podíamos haber encabezado la lista de desaparecidos.

A raíz de esto, cada vez que parábamos, Mike se compraba un diario y se ponía a leer cada vez que veía un policía, se ponía muy mal. Veníamos por los campos entre Patagones y Viedma, escuchando música en el estéreo del auto y le digo: “Mike, ¿te gusta Bolsón Blues Band?”. “Dale”, me dijo, y ahí quedó. Como ya existía la triple A, nosotros hicimos la triple B. (Fuente: “73/83, la década que cambió la historia”).

Con “truchas muy activas”, Cholila está listo para abrir la temporada de pesca deportiva

 

A pocos días comenzar la temporada de pesca deportiva, Diego Boudargham (30) prepara su equipo ante la novedad de que las truchas “ya están muy activas”, aún cuando los ríos de Cholila “todavía vienen muy limosos” a consecuencia de la nieve acumulada en las altas cumbres luego de un invierno muy duro.

A su criterio, “la mejor época para tentar suerte es durante todo el mes de noviembre”. En coincidencia, con los días de calor empieza la eclosión de los insectos que “motiva a los peces a subir a la superficie. En tanto, con el frío permanecen en las profundidades y obliga a utilizar streamers o algunas ninfas especiales”, detalla.

Enseguida puntualiza que su pesquero favorito “es el lago Cholila, en la boca donde nace el río Carrileufu y hay abundancia del salmón encerrado, además de arcoiris, marrones y fontinalis. Es uno de los lugares mejor cuidado y es normal que sean mañosas para el pique, porque habitualmente son pescadas y devueltas, pero siempre están. Incluso, para aquel que no pesca, es un verdadero deleite pararse en las bardas del río para observarlas. También es lindo mirarlas en la época del desove, ya que se ven las más grandes”.

 “En realidad –se entusiasma-, todo el curso hídrico, hasta su desembocadura en el lago Rivadavia, es espectacular para hacer flotadas. Cholila es un destino pesquero mundial y a lo largo de toda la cuenca me he encontrado con visitantes estadounidenses, japoneses, europeos y chilenos. En nuestra localidad encuentran lodges exclusivos y los mejores guías, que aseguran una buena jornada de pesca y por su conocimiento del terreno permiten llegar a lugares únicos, rodeados de una vegetación exuberante”, grafica.

Agrega enseguida “al delta del río Tigre, en su salida al lago Cholila, aunque es difícil llegar por la distancia y porque se trata de un camino exclusivo para vehículos 4x4. Es preferible hacerlo embarcado. Va muy poca gente y el paisaje es espectacular. Se pescan salmones, arcoiris y marrones de muy buen tamaño, es altamente recomendable”.


Acerca del tamaño de las piezas, Boudargham cuenta su propia experiencia: “En la cabecera del lago Mosquito, a pocos metros del casco urbano, obtuve una marrón de 4.5 kilos, aunque allí mismo han sacado truchas de hasta 6 kilos. Es una sensación muy especial porque es un pez que parece salir de la nada, entre las algas, toma la mosca y salta. Pelea mucho, son momentos realmente únicos que quedan grabados para siempre”.

Su criterio deportivo lo lleva a restituir las capturas, aunque cada tanto “sacrificamos algunas del tamaño plato, para degustar entre amigos. Es lo que recomienda el reglamento, ya que es importante devolver las más grandes porque son las reproductoras principales, aquellas que mejor cuidan los nidos y aseguran el recurso a futuro”, puntualiza.


En referencia al collar lacustre que caracteriza a la localidad, con los lagos Cholila, Lezana, Mosquito y Rivadavia, varias lagunas, ríos y arroyos, Diego Boudargham asegura que “una temporada no alcanza para recorrer todos los ambientes de pesca. En mi caso, aprovecho los fines de semana y siempre queda pendiente algún otro pesquero”.

Sobre el lago Mosquito, recordó que “es un espejo donde la pesca deportiva está abierta durante todo el año, con abundancia de percas y pejerreyes patagónicos (especies nativas), que también hay en el lago Lezana. Es muy divertido capturarlos con ninfas o moscas secas. No son de gran tamaño (en promedio 20 cms), pero hay mucha cantidad, en un rato te haces una fiesta”, asegura.


Expectativas

Acerca de las expectativas por recibir a pescadores extranjeros, Boudargham lamentó “las condiciones propias de la pandemia, porque buena parte de la población depende de los ingresos que dejan los turistas. En mi caso, trabajo en un almacén que está justo sobre la ruta hacia el Parque Nacional Los Alerces, y se nota la recesión. Lo mismo ocurre con los guías, las cabañas y todos los servicios disponibles para los visitantes”. Sumó a “los ganaderos que producen la mejor carne del mundo y que se ofrece en nuestros restaurantes; lo mismo aquellos que tienen una quinta y tienen la oportunidad de vender su verdura”, enumeró.


Sin embargo, ante la posibilidad de una apertura del turismo por comarcas en el corto plazo, recomendó que “vengan a Cholila porque es un lugar único, con la seguridad de una buena pesca; además de todas las excursiones de trekking o cabalgatas, junto a la calidez de su gente. Los estamos esperando y solamente pedimos la conciencia de cuidar el entorno natural, no hacer fuego en sitios prohibidos, no matar tantas truchas y llevarse la basura. De esta manera, podrán volver todos los años”, concluyó. (Por Fernando Bonansea).