“La cerveza artesanal nunca fue una moda, estamos hablando
del brebaje alcohólico más antigua en la historia de la humanidad, con 11 mil
años de vigencia. Si llegó, definitivamente es para quedarse”, graficó Aníbal
Loggia, de la Cámara Argentina de Productores de Cerveza, quien dictó un seminario en la Comarca Andina para interesados en iniciarse en la
fabricación de la popular bebida.
En correspondencia, Lago Puelo fue epicentro de la firma del primer cluster cervecero del Corredor de los Andes: “Es algo inédito para la región, son 46 cerveceros artesanales unidos y participando en esta cadena de valor y en el plan estratégico a desarrollar”, adelantó el secretario de Producción local, Walter Sepúlveda.
De la iniciativa también participan el Ministerio de
Agroindustria de Nación, INTI, INTA, municipios, Ministerio de Producción de
las provincias del Chubut y Río Negro y “todos los organismos de ciencia y
técnica presentes en Patagonia”.
“Venimos a proponer una metodología de trabajo para
construir con visión de futuro entre todos los actores y luego ejecutar un
conjunto de proyectos que apunten a la mejora de la competitividad del sector”,
reseñó Ana Julia De Niro, del área de Comercialización y Mercados del
Ministerio de Agroindustria, quien explicó además que el cluster “es un
aglomerado productivo de actores privados, con la presencia de los cerveceros
artesanales, productores de lúpulo y de cebada, asociados al sector público”.
Por su parte, Ulises Adam (INTI), precisó que “las
condiciones geográficas y climáticas permiten la plantación de cebada, es un
proyecto totalmente factible con el objetivo de obtener una malta regional. El
aporte técnico de las instituciones involucradas será para llevar este cereal
desde el suelo hasta un vaso de cerveza”. No obstante, valoró que “el sector
artesanal está en pleno crecimiento y es el motor de esta propuesta, es
fundamental que se organice”.
De igual modo, resaltó el potencial de la cerveza 100%
patagónica (creada por el Conicet), que incluye levadura salvaje, agua de la
cordillera de los Andes, maltas y lúpulos de El Bolsón.
A su turno, Carla Agüero (Ministerio de Producción del
Chubut) agradeció a Nación “por habernos seleccionado para la conformación del
cluster. Desde Chubut comenzamos en 2015 a trabajar con el sector cervecero
artesanal y hoy vemos con orgullo que están todos los actores involucrados. Es
el camino para poder avanzar y potenciar las acciones que se demandan”.
Sentidos
Apenas arribado a la zona, Aníbal Loggia fue invitado por
una conocida cervecería de Cerro Radal para cocinar “una imperial stout con
agregado de cacao, chocolate y unas chispas de roble y que dejamos madurando
varios meses en una barrica del whisky La Alazana, que se elabora en Las
Golondrinas, para que se ponga más interesante y salga con 9% de alcohol”,
indicó.
En la Casa de la Cultura de Lago Puelo, entre ollas
destinadas a la cocción en vivo de una cerveza lager “para quienes se inician
este arte”; el experto desarrolló también un curso de análisis sensorial que
definió como “entrenamiento de olfato y paladar para detectar diferentes
sabores y aromas no deseados en la cerveza, con la finalidad de mejorar
permanentemente la calidad del producto”.
Desde su óptica, “no hay parámetros para hacer cerveza. Si
bien hay entidades que regulan los estilos, el juego está abierto. Podemos
mezclar los ingredientes que se le ocurran a cada elaborador, lo importante es
que todo este balanceado, que podamos apreciar todos los sabores de esos
insumos, predominando el amargor y aroma característico del lúpulo”.
“No terminé de probarlas todas, pero hay al menos 600
estilos y 200 variedades de lúpulo, entre los que se destaca el Cascade de esta
zona. En Argentina tenemos la capacidad de hacer buenas cervezas, el boom de
las artesanales se vive en todo el país y cualquier excusa es buena para hacer
un evento cervecero, incluso incorporamos a San Patricio, de Irlanda”, se ríe.
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