Los lugareños aseguran que el cerro Piltriquitrón emana “una
energía muy especial, que mejora el estado de ánimo”. Lo cierto es que la
leyenda viene desde hace un siglo, cuando El Bolsón “tenía más duendes que
seres humanos” y hoy se ha convertido en un destino por excelencia
del turismo holístico.
(Por Fernando Bonansea
“Las montañas, el lago, los ríos, los árboles también tienen
un ser de energía que los habita. Son los abuelos que están allí latiendo”,
asegura Anabel Popol Brian, de Casa Isis, uno de los centros terapéuticos de
mayor prestigio.
“Algo hay, porque los visitantes aseguran que se van
renovados y afirman que recuperaron la fuerza y la vitalidad”, valora la
secretaria de Turismo de El Bolsón, Cristal Gutiérrez.
El Bolsón “es anárquico. Los que nacimos acá, miramos un
tiempo a los recién llegados, ya que el cerro Piltriquitrón es quien elige a
aquellos aptos para quedarse. Si lo estás, todo te fluye, pero si la energía no
concuerda salís despedido y con una pata quebrada”, bromea Aluminé Honik, al
frente de Lumina, un centro holístico donde trabajan 35
profesionales.
Los cerros de la Comarca Andina irradian “buenas vibras”
como “una característica del lugar. La gente lo fue descubriendo y hay quienes
tienen esa sensibilidad especial para percibirlo”, insiste Gutiérrez.
“Luego, con los años, y en forma natural, comenzaron a
llegar más personas buscando estas alternativas holísticas a los
problemas generados en las grandes ciudades por el estrés, el ritmo de vida o
por estar permanentemente conectados on line pero desconectados de nuestro
mundo interior y afectos”, grafica.
Sin embargo, aclara que las propuestas
del turismo bienestar “no son netamente terapéuticas, sino que tienen
que ver con nuestra forma de vida. Quienes nacimos aquí y quienes nos eligieron
para vivir, privilegiamos un contacto mucho más directo con la naturaleza, una
existencia más pausada, dándonos tiempo para compartir con la familia y los
amigos”.
En esta zona “fuimos los precursores de estas disciplinas,
aún cuando hay otros destinos más desarrollados en el mundo. La ventaja
comparativa es que acá no es marketing, ni es una moda; ya es parte de nuestra
tradición y está inserto en nuestra idiosincrasia y sensibilidad celular”.
A las terapias sumó “la construcción natural, la producción
orgánica de alimentos y, fundamentalmente, una propuesta sostenible y
sustentable de todas las actividades. Una forma de turismo que nos
identifica y que se relaciona con el turismo activo y la gastronomía,
por ejemplo”.
Recordó que “se trabajó con el sector para desarrollar una
carta de calidad, aprobada por el Concejo Deliberante, porque no había una
institucionalización de las actividades terapéuticas y era el punto más
controvertido. Es importante que sean profesionales reconocidos, que estén
nucleados en un emprendimiento que garantice seriedad y responsabilidad, con
las habilitaciones correspondientes”.
Para vivir y sentir
Descanso, reflexión, búsqueda interior y relax son algunas
de las experiencias que invitan “a vivir y sentir” los centros de terapias,
alojamientos con spa y profesionales de la Comarca Andina que “te conectarán
con tu ser”.
Sanación reconectiva, meditación, registros akashicos,
masajes holístico y tailandés, tai chi chuan,
reflexología, yoga, reiki, terapia floral, tarot astrológico, acupuntura,
chakra danza, masaje indio de la cabeza y masaje tai na son algunas de las
propuestas que los visitantes pueden elegir entre las técnicas de relajación y
depuración, terapias de curación y rehabilitación, productos y servicios
ofrecidos por especialistas experimentados.
Todo ello “se complementa perfectamente con nuestra
gastronomía de montaña, con productos orgánicos y con verduras recién sacadas
de la tierra”, destacan.
“La idea es consumir todo lo que la estación va proponiendo,
aunque solo lo que llega de las huertas que no usan agroquímicos, privilegiamos
los cultivos orgánicos y no usamos nada de provenga de animales”, indica Marcos
Gutierrez, chef de “Cocina con vida, kilómetro cero”, una alternativa
en la Feria Franca de El Bolsón, definida como “una articulación entre los
productos naturales que ofrecen nuestras chacras y la elaboración de alimentos
sanos”. La oferta incluye tacos dosa con verduras orgánicas y crema de cajú;
raw de spaghetti de zucchini con ensaladas varias; batidos energizantes de
cacao, maca y miel; o frutos rojos con leche de semillas de almendra o nuez.
Vibraciones
“Acá, hasta el verdulero hace yoga”,
asegura Anabel Popol Brain, la directora de Casa Ísis, para quién
“la energía se puede traducir como la vibración que nos lleva al bienestar,
aunque dependa de las sutilezas universales, la materia y su densidad. Entonces
vamos a estar más -o menos- saludables dentro de nuestros cuerpos físicos. En
ese marco, entran las terapias alternativas que trabajamos desde ese enfoque”.
“Si nos fijamos cómo vive la gente de las grandes ciudades,
más valoramos la calidad de vida que tenemos en estos valles. Solamente el
hecho de respirar este aire tan puro, rodeados de bosques, nos permite saber
que estamos en un lugar privilegiado”, resalta Germán Garro, del centro de yoga
Anahata (vórtice del corazón) que “tiene que ver con el sentimiento del amor
puro, de compartir, de la amistad” y donde la premisa “es que cada uno haga
algo para mejorar su calidad de vida, tanto de lo físico como emocional y
mental”.
El lugar
Por su lado, Aluminé Honik, fundadora del
espacio holístico Lumina, pondera que “este es el lugar cada vez más
elegido para venir a encontrarse cada uno con su ser, energéticamente es un
punto muy importante. Desde hace muchos años estamos trabajando en generar un
destino que tiene que ver con el bienestar, que además incluye alimentarse
mejor y hacer actividades al aire libre, en contacto directo con la naturaleza”.
En referencia a los resultados experimentados por las
personas que toman las terapias, detalla que “hay gente que hace una
transformación gigante. Son como despertadores, estimulando energías que ya
están en su interior. Sería soberbio pensar en modificarle la vida a alguien,
la propuesta es volver al ser a su estado más original, ya que nacemos con un
impronta y luego nos vamos adormeciendo”.
Para quienes buscan iniciarse o profundizar sus
conocimientos “en el arte de estar bien”, la propuesta es amplia e incluye
clases, cursos, seminarios y talleres acordes al tiempo disponible del
interesado.
Servicios
60 terapeutas reconocidos ofrecen sus servicios en la
región. Entre los principales centros de bienestar y spa reconocidos
están Anahata (Piazzola y Goyeneche, fono 0294 154203012); Alas de Ángel
(Azcuénaga 164, 4493306); Casa Isis (Sargento Cabral s/n, 4492079); Confluencia
(Costa Río Azul, 4498329); El Recinto (Roca y Rivadavia, 4491836); Lumina
(Güemes y Perito Moreno, 4720220); Las Nalcas Spa (Villa Turismo,
4493054); Los Girasoles (Ángel del Agua 364, 4492104); Al Agua Todos (Los
Pioneros y Ruta 40, 4498788) y Morada del Sol (Mallin Ahogado,
4498201/154573739).
“Somos muy bendecidos porque nuestra alimentación sale de
gente comprometida con lo orgánico y manual, hecho con conciencia y dedicación,
desde el amor y más allá del beneficio económico” (Anabel Popol Brian).
En un baño de gong “podrás liberar bloqueos mentales y
emocionales, reducir el estrés y las tensiones del cuerpo físico, equilibrar la
mente y las emociones, estimular el sistema glandular, regenerar el sistema
nervioso, limpiar, armonizar y sanar tu alma, conectarte con tu verdadera
esencia”.
Toda patología” se origina por una intoxicación crónica del
organismo, por lo tanto no estamos enfermos sino sucios, la terapia es
fundamental e indispensable en el camino de la desintoxicación orgánica”.
“En estado de profunda relajación, la conciencia corporal
desaparece y entramos en la profunda conciencia del ser y comenzamos a vibrar
en profunda conciencia”.
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