Cholila conmemora hoy los 75 años de la conformación de la primera comisión de fomento, creada el 15 de diciembre de 1944, y que estuvo integrada por los pobladores Vicente Calderón (presidente); José de la Cruz Breide (vice); Ramón Acheritobehere (secretario); Domingo Basso (tesorero); Juan Bonansea y Héctor Basso (vocales).
Ya con rango de municipio, los intendentes fueron: Elías Nataine (1958/63); César Rodriguez y Juan Bonansea (1963/66); Lili Nataine (1966/71 y 76/83, de facto); Horacio Sánchez Cores (1971/73); Juan Aviles (1973/76); Hugo Alarcón (1983/91); Hector Boudargham (1991/99); Javier Gimenez (1999/2003); Miguel Castro (2003/15 –interinos Gustavo Galindo y Valeria Campos); Silvio Boudargham (2015/23).
En esta oportunidad, se está desarrollando una semana de festejos, que incluyó la fiesta del deporte, cierre de talleres municipales, un festival de patín, un encuentro de turismo y pesca, el armado del pino navideño y juegos de destreza criolla, entre otras actividades.
En esta jornada, el acto central por el aniversario será a las 11, en el predio “El Morro”, donde hará su discurso el intendente Silvio Boudargham. Tras ello, habrá un asado popular, presentación de números artísticos, bingo y brindis con una gigantesca torta. Se suma la muestra de los artesanos, manualeros y pequeños productores locales.
Rica historia
La presencia humana aquí se remonta al menos 3.500 años, tal como lo reflejan las pinturas rupestres del cerro Pintado, paradero de la tribu de los chulilasken (del parentesco tehuelche “Chuwach A kuna”). Según los relatos orales de los abuelos, los primeros pobladores “blancos” (provenientes de Chile) se afincaron aquí en la última década del 1800.
Ya en 1895 el gobierno ofrecía tierras en la Patagonia mediante publicaciones en los diarios de EE.UU., por recomendacion de los hermanos Ralph y George Newbery (tío del famoso aviador), quienes alentaban la creación de una colonia norteamericana sobre 730.000 hectáreas ubicadas entre el lago Mascardi y Cholila. Hasta hace pocos años, en la cuenca superior del río Blanco, aún se conservaban los vestigios de bateas y zarandas rudimentarias utilizadas por los colonos norteamericanos para extraer pepitas de oro en forma artesanal, que luego cambiaban en los almacenes de ramos generales por los “vicios” (alimentos) que les permitían la subsistencia diaria.
Hacia el 1900, eran apenas 14 familias las que habían llegado con sus arreos de vacas a los valles que hoy conforman la geografía de Cholila. Por la Ley de Hogar, impulsada por Julio A. Roca para donar tierras conquistadas durante la Campaña del Desierto, a cada uno de los pioneros se le asignó 625 hectáreas para criar a su hacienda y desarrollar emprendimientos productivos limitados a una quinta, sembrar trigo y plantar frutales.
Con todo, desde entonces, la localidad hace gala de ofrecer “la mejor carne del mundo”, que se sustenta en la tradición ganadera de más de un siglo, en la calidad de sus animales, en “el pasto de sus mallines y las mejoras genéticas bovinas introducidas en los últimos años, que han potenciado al sector productivo al punto de colocarlo como el principal proveedor de la región”.
En forma paralela, por aquellos tiempos, también surgía en la zona la Compañía de Tierras del Sud Argentino, con estancias desde Bariloche hasta Esquel, y que en Leleque demandaba la mano de obra de expertos jinetes yanquis recién arribados y de los mapuches asentados en la Colonia Cushamen.
Banda salvaje
En coincidencia, por Cholila aparecieron Butch Cassidy y Sundance Kid, líderes de la temible banda de asaltantes de bancos y trenes “Wild Bunch” (banda salvaje), que por años asolaron el oeste norteamericano. Venían acompañados por Etta Place, mujer de fantástica puntería. Arribados en 1901, al ver el valle que decidieron colonizar lo bautizaron con el romántico nombre de “Flores amarillas” y se abocaron de inmediato a construir su cabaña de troncos, con la premisa de convertirse “en honrados ganaderos y buenos vecinos”. Lo que pocos saben es que la casa estaba preparada además para resistir un tiroteo contra posibles fuerzas federales que llegasen a capturarlos y que tenía un túnel hasta el río, donde siempre había caballos ensillados y listos para huir.
Pronto arribó el resto de la gavilla, a la que se vincula con los asaltos al Banco Nación de Villa Mercedes, San Luis, y del Banco de Londres y Argentino Limitado, en Río Gallegos, entre otros hechos. “Siempre se mostraron correctos y afables con los pobladores. Incluso los primeros medicamentos que se conocieron por estos pagos, los trajeron ellos”, evocó Raúl Cea, un historiador local ya fallecido, cuyo padre compartió con la banda muchas jornadas dedicadas a amansar caballos y rodear hacienda.
El visitante “más encumbrado de la cabaña fue el mismísimo gobernador del Chubut, Julio Lezana, quien durante la gira que realiza en los primeros meses de 1904 por la zona cordillerana, se aloja en la casa de Ryan y el matrimonio Place. Durante la recepción brindada en casa de Sixto Gerez, se produce una de las anécdotas más recordadas, cuando la bellísima Ethel baila una zamba con el mandatario”, relata la historia lugareña.
Lo cierto es que mientras los forajidos se adaptaban a su nueva vida en Cholila, la agencia Pikerton les pisaba los talones. Ello los obligó a huir precipitadamente hacia Chile, dejando su hacienda y la cabaña que actualmente es un sitio de interés turístico mundial.
Cholila es la puerta norte del Parque Nacional Los Alerces y su paisaje encierra numerosos lagos, ríos y arroyos entre montañas cubiertas de bosques, donde sobresalen los cerros Dos Picos y Tres Picos (los más altos del Chubut). También se destaca por la buena pesca en los espejos lacustres El Mosquito, Cholila, Lezana y Rivadavia.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario