domingo, 21 de junio de 2020

La escuelita rural del Chubut que está en territorio rionegrino

Desde siempre hubo discusiones sobre la traza real del paralelo 42°. Lo cierto es que la escuela 67 de Ñorquinco Sur que, si bien está dentro de territorio rionegrino, pertenece a la provincia del Chubut, aún cuando el límite interprovincial pasa a unos 3 km hacia el oriente del edificio escolar.

Cuenta con una matrícula escasa, compuesta fundamentalmente por los hijos de las familias mapuches de los alrededores, dedicadas a la crianza de animales caprinos y ovinos. 
La última inversión del gobierno chubutense fue durante la gestión de Mario Das Neves, con una ampliación para modernizar la infraestructura. Incluso, ha sido sede de los Juegos Mapuche-Tehuelches que sus estudiantes comparten con otras escuelas del ejido de Cushamen, como la 59 de Fofo Cahuel, 60 de Ranquil Huao y 69 Miguel Ñancuche Nahuelquir.
Cuando los chicos del paraje terminan la primaria, la opción más factible es que se trasladen al colegio secundario del pueblo de Ñorquinco, distante a unos 25 km, donde tienen un régimen de internado y vuelven a su casa los fines de semana.  Ello marca la pertenencia que los pobladores del paraje tienen con el pueblo de la Línea Sur de Río Negro. Lo mismo pasa con el servicio de salud y con los comercios donde se aprovisionan.
Allí, durante 25 años, el docente con mayor arraigo fue Hugo Faure, un entrerriano ya jubilado quien ahora es el solitario habitante de lo que fue el hotel "Ñorquinco", destruido hace muchos años por el fuego. En su memoria registra cientos de anécdotas sobre la vida campesina de los vecinos, con generaciones de estudiantes que fueron creciendo y se convirtieron en padres en medio de la rigurosidad climática de la estepa patagónica. Por supuesto, tampoco faltan los recuerdos de señaladas, fiestas animadas con acordeón y guitarra y la solidaridad siempre presente entre pobladores de pocos recursos.
Pura historia
En realidad, toda la comunidad de Ñorquinco tiene mucha historia para contar. Sobre sus praderas pobladas de guanacos y ñandúes ya da cuenta George Musters en 1870,  cuando relata su viaje junto a una tribu tehuelche desde la desembocadura del río Santa Cruz hasta Carmen de Patagones (“Vida entre los patagones”).
Tiempo después, en 1899, el caserío de entonces fue escenario de una trifulca a tiros que tuvo como protagonista al mismísimo Martín Sheffield, un cowboy texano que llegó con una estrella de sheriff y se dedicó a buscar oro en las nacientes del río Chubut. Acompañado de Charles Williams (otro norteamericano pistolero), luego de una copiosa ingesta alcohólica, no tuvieron mejor idea que “vaciarle el ojo  de un balazo al dependiente de Agustín Pujol, acaudalado comerciante, quien por miedo a otras represalias terminó huyendo” hacia Puerto Madryn, donde prácticamente fundó la actual ciudad del golfo.
“Por esos años funcionaba aquí mismo la fonda Chile/Argentina, el primer boliche del pueblo”, detalló Hugo Faure, al tiempo que recordó “la sucursal de La Anónima, establecida en Costa del Ñorquinco a principios de siglo XX, o la firma Lahusen (en Chacay Huarruca), que llegaron con la premisa de acopiar los frutos del país (lanas y cueros) que eran enviados en tropas de carros de mula a la costa atlántica y a cambio proveían de los ´vicios' y mercaderías a los pobladores (yerba, azúcar, harina, legumbres prendas de vestir o vajilla)”. Entre los comercios de ramos generales instalados por aquellos años, también se recuerda a los sirios libaneses y españoles Daud, Mayid Sede y Cipriano Cid, entre otros).
Importancia
Con sus matices entre cordillera y meseta, Ñorquinco siempre fue la puerta de entrada a la Línea Sur rionegrina. Por su ubicación estratégica, a la vera de la ex ruta nacional 40 (troncal de todo el corredor andino) y del ramal ferroviario de trocha angosta que unía Ingeniero Jacobacci con Esquel, el pueblo supo de épocas mejores con las estancias de los alrededores que llenaban los vagones con lana, cueros, animales en pie y el carbón de sus minas. En sentido contrario, llegaban convoyes completos de mercaderías para todos los pueblos de la Comarca Andina, generando un intenso movimiento comercial que también demandaba servicios complementarios de gastronomía, alojamiento y esparcimiento, entre otros.
Hacia mediados de los ’80 el nuevo trazado de la ruta nacional 40, el cierre de La Trochita y las sucesivas crisis ganaderas obligaron al éxodo de muchos pobladores hacia áreas suburbanas de El Bolsón y Bariloche, principalmente, teniendo que abandonar una cultura campesina de un siglo.
Doña Ceferina

Esta semana, toda la comunidad de Ñorquinco celebró los 99 años de doña Ceferina Galván, “la pobladora más longeva de nuestro pueblo” y “dueña de todo un mundo de historias, alegrías, tristezas, desafíos y sacrificios; con hijos, nietos, bisnietos y tataranietos, siempre con la fortaleza física, moral y espiritual de nuestros ancestros mirando el presente a los ojos”, señalaron desde el municipio local. (Por Fernando Bonansea).

1 comentario:

  1. Yo y Mis Hermanos tuvimos el Honor de hacer los primeros grados en esa Prestigiosa Escuela Nro 14. Dónde el Docente Hera el Sr. HUGO FAURE MI FAMILIA DE APELLIDO BAHAMONDE de la cual Soy el menor. Vivió hasta el año 1967 en ese lugar llamado LA ANONIMA

    ResponderBorrar