Se trata del descubrimiento humano más antiguo del
continente ubicado en Monte Verde, Chile. Huesos de animales, pisadas de
adolescentes y fogatas dieron testimonio de ello.
(Por Fernando Bonansea)
“Están en el sitio arqueológico más importante de América”.
Esa es la bienvenida de Clara Vargas, la experta en turismo y encargada de
contar a los visitantes la cultura de Monte Verde, emplazado a 28 kilómetros
del centro de Puerto Montt y a 130 al oeste de El Bolsón.
Los orígenes de este lugar se remontan al Pleistoceno
Tardío. “Aquí está el campamento humano más antiguo del continente, con una
datación de 18 mil años, donde convivieron entre unos 25 y 30 hombres, mujeres
y niños. Hasta el momento han aparecido los fogones y diferente material
lítico”, agregó.
A pocos metros señala el sitio conocido como “Monte Verde
II”, que data de unos 33 mil años y que “aún falta excavar para conocer mejor.
Por ahora se han descubierto signos evidentes de la presencia del homo
sapiens”, adelantó.
“Esto apareció de manera fortuita, cuando un campesino del
sector, don Alberto Barría, transitaba por el estero Chichiguapi y se le atascó
en la bota la muela de un gonfoterio (antecesor del elefante). Pensó que era un
palo raro y lo llevó a su casa. Al tiempo lo entregó al hijo de un amigo para
que lo analizara en la universidad donde estudiaba. Allí se dieron cuenta que
pertenecía a un animal extinto”, recordó.
Más tarde, las excavaciones que estuvieron a cargo de la
Universidad Austral, con sede en Valdivia, dieron, entre otros elementos
rescatados, con “los primeros tres chicles de la historia”, que “los hacían con
hojas de boldo mezcladas con un alga marina y lo utilizaban como medicina y
alucinógeno. Uno de ellos conservó restos de sangre y ahora estamos esperando
el resultado de análisis para saber de dónde viene el hombre monteverdino, si
realmente vino de Asia y cruzó por el estrecho de Bering”, graficó la joven,
quien es nativa del paraje y se capacitó en España.
Megafauna
Aquellos hombres “eran cazadores, el gonfoterio era un
animal de 3 metros de altura, al que perseguían arriándolo hacia los pantanos
con pedazos de madera encendidos”, indicó Clara Vargas.
Restos de paleollama (guanaco), tigre dientes de sable,
caballo americano y milodón (oso perezoso de 4 metros de altura) marcan que
también se desplazaban grandes distancias hacia el este (posiblemente hasta la
estepa patagónica argentina) para capturarlos. Además, eran recolectores de
frutos silvestres de la zona, como el calafate, cauchao y maqui.
“Aquí en Monte Verde también está el registro de la papa más
antigua del mundo. Son 11 especies silvestres que las juntaban en el bosque”,
señaló la guía.
Restos humanos
Una cuerda con nudos que sostenían las estacas de una choza
de 18 metros de largo, piedras con forma de herramientas, huesos de animales y
hasta una pisada que parece ser de un adolescente. Se suman a ello vegetales
comestibles y medicinales, y en su conjunto todo dio pistas de lo que fue la
cultura monteverdina, gracias al trabajo realizado por el arqueólogo
estadounidense Tom Dillehay.
Un cambio radical
Por casi 70 años, por consenso científico, se consideró que
la cultura Clovis fue la primera en habitar América. Se remonta entre 12.910 a
12.710 años antes del presente, que se asentó en la mayor parte de Norteamérica
y era la prueba del poblamiento humano tardío desde Asia por el Estrecho de
Bering.
Sin embargo, el descubrimiento de Monte Verde en 1977 cambió
todo.
Los nuevos hallazgos (39 objetos de piedra y 12 pequeñas
fogatas asociadas a huesos y vegetales) muestran que “la gente se movía mucho y
estaba adaptada a una planicie muy fría, a pesar de que pasaban por el sitio en
verano”, resaltó el científico Tom Dillehay.
El gobierno chileno gestiona ante Naciones Unidas para que
el sitio arqueológico de Monte Verde sea reconocido como Patrimonio de la
Humanidad, buscando proteger mejor el lugar.
Una caminata habitual de un lugareño fue el puntapié inicial
del descubrimiento. La muela de un gonfoterio, antecesor del elefante, le trabó
la bota.
Datos para acceder al parque arqueológico
El lugar puede ser visitado durante todo el año.
La entrada cuesta 3000 pesos chilenos, unos 200 argentinos,
incluyendo al guía. Hay que inscribirse vía Facebook en “Vive la prehistoria
Monte Verde”.
Desde la Plaza de Armas de Puerto Montt hasta Monte Verde
hay 28 km, tomando por la Ruta 5 sur que lleva hacia Chiloé. La indicación es
que hay que entrar 8 km por un camino de ripio en buen estado.
Frente al sitio arqueológico, en una propiedad de la
familia, junto a un arroyo y entre plantas de la selva valdiviana, Clara Vargas
es parte de un proyecto que levantó una réplica. Se ambientó el espacio, donde
sobresalen los toldos
-en este caso armados con cueros vacunos- y se pintaron con ocre natural. Se trata de los fogones y resguardos similares a los que usaron los primeros humanos asentados en América. “Queremos que los turistas vengan a conocer el lugar de las excavaciones y visitar el parque”, dice Clara.
-en este caso armados con cueros vacunos- y se pintaron con ocre natural. Se trata de los fogones y resguardos similares a los que usaron los primeros humanos asentados en América. “Queremos que los turistas vengan a conocer el lugar de las excavaciones y visitar el parque”, dice Clara.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario