Ataviada para la ocasión con ropa campesina y un gran cuchillo en la cintura, Magalí Peralta se constituyó en “la primera mujer asadora en el fogón más caliente de América”.
Es neuquina y recordó que “vine a la primera fiesta del Asado, allá por 2003, y era algo chiquito, ahora es gigante. En esta oportunidad, me invitó un primo que vive en Cholila y es uno de los organizadores. Siempre cocino sola y es la primera vez que trabajo con tremendo equipo de compañeros”, confesó mientras arrimaba brasas a una fila de corderos que se fueron dorando lentamente al calor de buena leña cordillerana. Más allá del cerco, miles de turistas no paraban se sacar fotos a los 320 asadores plantados por ronda, manejados con maestría por unos 40 cocineros dedicados exclusivamente a la tarea.
En coincidencia, Magalí pidió “abrir la puerta a más mujeres asadoras a partir de la próxima edición. Que se animen, no es difícil, aparte los compañeros te cuidan. He estado en otras fiestas importantes en el norte neuquino, pero esta es la verdadera fiesta grande de la Patagonia”, aseguró.
A la hora de degustar “la mejor carne del mundo”, entre sus cortes favoritos, se inclinó “por el vacío de cordero” o “una buena tapita del cuarto de un vaquilla”.
En tanto, apenas comenzaba a oscurecer, la ceremonia de quemar el pelo a una vaquillona completa que ya estaba en su punto (luego de 8 horas a la llama), volvió a convocar a la multitud. Trozada por las manos expertas de los gauchos del pago, desapareció en pocos minutos. “Es un asado completamente distinto, realmente delicioso, me quedé con ganas de más, el año que viene me tienen de vuelta”, aseguró Daniel Britos, llegado con su familia desde Puerto Madryn.
Durante la jornada del sábado y domingo, más de 50 mil personas colmaron el predio de “El Morro”; la jineteada en el campo “Alexis Howard”; las canchas de taba y otras actividades campesinas preparadas para la ocasión. Con todo, los asados se llevaron todas las miradas. En total, se cocinaron 20 mil kilos de carne, incluyendo 60 novillos, 500 corderos y 450 kilos de chorizos caseros. Se utilizaron 500 metros cúbicos de buena leña y para atender tamaña demanda hubo un equipo de 150 personas trabajando.
Los espectáculos para el cierre fueron con Juan Cruz; Rockede; Chinkaico; José Ávalos; grupo de danzas Peñi Piuqué; Alan Quintana; Oscar Benitez; Siete Venas; Guillermo Quiróz; grupo de danzas Arte y Tradición; Santiago Sepúlveda; Luis Poli Rosales; Yoel Hernández; grupo Refugio; Sol Vázquez (La Cunyta); Turrón Juarez; Los Entrerrianos Isondú; Carlos Ramón Fernández,un bingo local con un millón de pesos en premios, Herederos del Chamamé y La Sabrosa. (Por Fernando Bonansea).
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