Sabores nuestros en la Comarca Andina

“Mis quesos derraman salud y sabor, están hechos con la leche de unas vacas que solo comen el pastito tierno de la chacra y toman agua del río Epuyén”, cuenta Pina Franzgrote a los turistas que paran frente a su puesto, donde además ofrece sus dulces caseros, chocolates, licores, escabeches y encurtidos elaborados con recetas que aprendió de sus abuelas.

Por Fernando Bonansea

Como viene ocurriendo desde hace meses -cada segundo domingo-,  El Hoyo reboza de lugareños y visitantes con la feria “Nuestro pueblo produce”, que con casi 100 stands “crece fortaleciendo la identidad productiva, artesanal, cultural y social de la localidad”, según explica la coordinadora municipal Paula Szudruk.

“Es el sueño del pibe, jamás imaginé conseguir semejante zapallo. Me lo llevo a Rincón de los Sauces para hacerlo relleno, ya se que tiene un sabor único”, refleja el neuquino Damián Rosales con su “trofeo” de varios kilos bajo el brazo y con rumbo al baúl del auto.

La fama de los zapallos de El Hoyo trasciende fronteras

“La premisa es mostrar todas las cosas que tenemos y se hacen en este pueblo, generando un espacio en donde nuestra gente pueda vender y mostrar lo que produce”, agregan desde la organización.

Unos metros más allá, Alicia de Godoy muestra sus famosos panes, tortas fritas, mote y ñaco, poniendo “el toque cordillerano necesario” a la muestra que amalgama las raíces de los colonos llegados desde Chile, el pueblo mapuche o los ucranianos, turcos y polacos que con los años le dieron identidad al valle ubicado en el corazón de la Comarca Andina, hoy Capital Nacional de la Fruta Fina.

Por supuesto que por todas las mesas sobresalen los colores y sabores de las tartas y tortas elaboradas con arándanos, moras, frutillas, frambuesas, grosellas, guindas, cerezas, cassis y manzanas, mezcladas entre cremas y chocolates que despiertan todos los sentidos.

También hay varios puestos que ofrecen infusiones de hierbas regionales y la siempre buscada rosa mosqueta “buena para prevenir o curar cualquier resfrío, ya que tiene muchísima vitamina C”, según la abuela Rosa.

Un capítulo aparte para “los 7 maravillosos beneficios del propóleo de las abejas”, con varios cultores que además ofertan “la miel pura de nuestra zona”.

Como las actividades parten al medidodía, tampoco faltan los que llevan enormes ollas de locro “hecho en casa” que el público aprovecha para degustar en el mismo recinto; exquisitas pastas caseras (sorrentinos, ravioles, tallarines); pizzas y sándwiches.

En una de las esquinas, la cerveza artesanal “7 cabras” hace su presentación en sociedad, complementando la oferta de jugos y helados naturales, más la variedad de licores que incluyen desde los clásicos guindados hasta los de nuez, maqui o cítricos.

“Aca hay cosas que muchos no conocen o no saben que hay gente que las produce y que no van a encontrar en ningún mercado ni comercio  de la zona”, valora uno de los artesanos que suma su trabajo a la propuesta variada con piezas únicas en maderas, cerámica, indumentaria, marroquinería, bijouterie, juegos infantiles, tejido a dos aguja, telar, fieltro, herrería y mosaiquismo que también forma parte de feria de El Hoyo.